Así como existen muchísimos videojuegos que le permiten a tu personaje tener unas finanzas estables e incluso inimaginables, también hay muchos otros que reflejan a la perfección la vida misma: si quieres evitar un trayecto largo para hacer una misión, paga. Si quieres saltarte el tener que hacer una tarea en concreto, paga. Si quieres tener más oportunidades para alcanzar algo, paga. Si quieres tener antes que nadie ese objeto que normalmente podría tomarte muchísimo tiempo para conseguir, paga. Si quieres mejorar las habilidades de tu personaje, paga. Si quieres aumentar tu racha de victorias, paga. Si quieres acceder a una zona especial, paga. Si quieres cambiarle el look a tu personaje… Bueno, ya sabes lo que tienes que hacer. 

A este tipo de juegos se les conoce como «Free to play», y más que un género en sí mismo, son un modelo de distribución bastante popular especialmente en dispositivos móviles, un modelo que, aunque tiene un nombre que suena inofensivo, en realidad puede ser más peligroso de lo que crees, especialmente para tu billetera

Partamos de algo, nos gustan las cosas gratis, ¿a quién no?, especialmente los videojuegos para nuestro smartphone, pues muchas veces «pagar para jugar en el teléfono» puede ser considerado todo un lujo, pero como dicen, «nada es gratis en esta vida», y es verdad, estos juegos si bien no nos cuestan nada, han sido la excusa perfecta para que muchos desarrolladores y publishers se aprovechen añadiendo en ellos compras integradas en donde tendremos que gastar nuestro dinero real, ya sea en juegos equilibrados que a pesar de todo ofrecen una buena experiencia o en juegos prácticamente injugables que no dejan de presionarnos para que pasemos por caja. 

Es por esta razón que hoy te dejamos algunas recomendaciones a tener en cuenta con este tipo de juegos que muchas veces pueden salirnos más costosos que hacer un trato con Tom Nook.

Monedas ficticias que nublan tu percepción.


La mayoría de veces no somos conscientes del precio que estamos pagando con nuestras compras dentro de un videojuego, ya que casi siempre están representadas en una moneda ficticia: lingotes de oro, gemas, caramelos… (el límite es el cielo), es por esta razón que te recomendamos tomarte un momento para verificar la tabla de conversión entre la moneda de cada título con la del mundo real, y así tomar una decisión teniendo en cuenta los valores quivalentes..

Ojos que no ven, bolsillo que no siente.

Algunos estudios han determinado que duele menos gastar nuestro dinero cuando no estamos viéndolo salir de nuestros bolsillos, algo que han aprovechado los desarrolladores añadiendo métodos de pago automáticos y los cuales nos permiten hacer las compras en segundos, por lo que es muy importante que trates de tomarte un momento para pensar si realmente necesitas comprar eso que está a un tap, el estado de tu cuenta e incluso la tasa de cambio del día más lo que podría cobrarte el banco como comisión, ya que algunas veces los pagos son en dólares. 

Tus hijos y los cargos ocultos.


Es bastante común que compartamos nuestro Motorola con nuestros hijos o sobrinos para que de vez en cuando puedan jugar en él, y esto no tiene nada de malo. Lo que sí lo es, es olvidar que muchas veces tenemos vinculada nuestra cuenta de Google Play Store con nuestra tarjeta de crédito. Pues bien, como en este tipo de juegos Free to play nos insisten en pasar por caja de formas bastante llamativas y recurrentes, es bastante probable que ellos acepten (siendo conscientes o no) una de estas compras, ¡o muchas de ellas! Por lo que es una buena idea que no solo hables con ellos sino que además actives el control parental, una opción increíble con la que puedes restringir qué contenidos pueden descargar o comprar, incluso, según su nivel de madurez. 

Comprueba regularmente tus extractos bancarios.


Hablando de las tarjetas de crédito, es importante que te asegures de que ninguno de este tipo de juegos te esté cobrando por compras que no has aceptado realizar ni esté acumulando facturas enormes que sin duda alguna serán un golpe fuertísimo para tus finanzas y tu tranquilidad. 

De ser posible, mejor hazte con la versión completa de un juego.


Algunos títulos cuentan con dos versiones, la de pago y la versión free to play. Por lo general, la versión completa no incluye publicidad ni el límite de turnos para jugar, y sí incorpora ciertos beneficios que harán que tu experiencia sea mucho más fácil y llevadera. Por lo que podrías plantearte la idea de adquirir esta versión aunque represente un golpe fuerte a tus finanzas, en vez de hacerte con la versión gratuita y estar gastando dinero cada tanto. Eso sí, no lo hagas de una, primero descarga la versión gratuita para descubrir si el juego realmente te gusta y cumple tus expectativas. 

Respira y llénate de paciencia.

En algunos juegos tendremos uno o varios limitantes, como por ejemplo: pocas vidas para intentar superar un nivel, por lo que tendremos que pasar por caja si no queremos esperar unas cuantas horas para que se recarguen y así poder seguir con nuestra aventura. Si es tu caso, llénate de paciencia y empieza a establecer horarios que te permitan jugar varias veces al día, así sea por poco tiempo. 

Desinstalando…

Si un juego free to play (gratuito) se convierten en pay to win (pagar para ganar), lo mejor que puedes hacer es desinstalarlo, no vale la pena entrar a desgastarse, acabar tus ahorros o simplemente llenarte de deudas para competir en un juego en donde la destreza y la diversión pasan a ser opacadas por la avaricia de quienes lo crearon.

Una inversión volátil. 


Es fácil llegar a pensar que con tus compras estás invirtiendo en algo que amas, sin embargo, recuerda que ni el juego ni lo que compraste en él te pertenece. Un día el juego puede dejar de recibir soporte o simplemente desaparecer por completo y tu inversión desaparecerá con él. Si tienes eso en mente, puede que te midas un poco más a la hora de sacar tu tarjeta de crédito.

Es cierto que cada uno es responsable de lo que hace con su dinero, pero un consejo nunca está de más. Esperamos que los que encontraste en esta entrada te hayan enseñado algo nuevo o simplemente te sean de utilidad a la hora de jugar en tu Motorola. No olvides que nos veremos muy pronto y que tú también puedes proponer el próximo tema a tocar acá abajo en los comentarios.

¡Chao Moto!