El poder del color: Edwin Rodríguez
El colombiano Edwin Rodríguez es gestor cultural y un productor audiovisual, que después de tener que escuchar como casi acaban por completo con su pueblo (Vegalarga – Huila) tras un atentado, trabaja día a día para reconstruir comunidades impactadas por el conflicto. Para Edwin, el color hace parte de la restauración y sanación que necesitan los habitantes de veredas y pueblos afectados.
La idea
Todo comenzó con la teoría de “La ventana rota” la cual, dice que si un edificio tiene un vidrio roto, le dará pie a vándalos para romperlos todos, hasta que finalmente lo ocupen y terminen por destruirlo. La conclusión es que un entorno bien cuidado previene que estas situaciones se den o se repitan. Edwin, recordó escuchar este concepto mientras estaba en la universidad y fue eso lo que impulsó su sueño de dar “una mano” a pueblos afectados por la guerra, entendiendo que, cuando estas situaciones pasan los habitantes abandonan sus hogares o descuidan los espacios.
Con esto nace Mil Colores Para Mi Pueblo, la iniciativa que por medio de la transformación visual busca dar alivio a los pobladores y un nuevo aire de mejora. En palabras de Edwin Rodríguez “El color es un elemento importante en la cognición de la gente” por lo que ver sus casas y calles decoradas con arte puede ser un primer paso para cambiar la perspectiva y alejarse de las situaciones difíciles a las que han sido expuestos.
Mil Colores Para Mi Pueblo
Hasta este momento Edwin y sus colaboradores han dado vida a través del color a 27 municipios. Y su objetivo va más allá de lo estético, ya que, mientras reconstruyen y van dando pinceladas que iluminan sus pueblos, trabajan con los habitantes para darles propósito nuevamente y alentarlos a mantener el espíritu de las zonas en las que viven.
Juntos por una causa
Dar la oportunidad de visibilizar a tantas personas en lugares tan remotos fue la oportunidad que Edwin vio en los smartphones, ya que pintar pueblos era por lo que eran conocidos, pero, su intención iba mucho más allá. Con proyectos como Memorias a Color donde buscaban conectar actores del conflicto con víctimas con el fin de dar un mensaje de perdón y reconciliación donde los celulares fueron pieza clave para conectar y escuchar las historias de más de 120 desmovilizados.
“La tecnología ha sido una cosa súper importante y es el hecho que nos ha podido comunicar con esa Colombia profunda, esa Colombia que no aparece en los mapas, esa Colombia que a veces es súper difícil entrar, por situaciones geológicas o sociales”.
En diferentes etapas que se desarrollan con Mil Colores Para Mi Pueblo, Motorola ha sido la entrada para conectar con las poblaciones que, con una fotografía o un video buscaban conectar y dar eco a sus relatos.
“Si una persona que vivió un secuestro lo perdona ¿Por qué las personas que ven la violencia a través de las pantallas no lo pueden hacer?”
“El hecho de que Motorola piense no solo en las personas que vivimos en las grandes ciudades y tenemos un gran consumo de datos e información, sino estas personas que están buscando una oportunidad en estos territorios también sean visibilizadas, para mi eso fue lo importante”
Seguimos trabajando
Durante este periodo Mil Colores Para Mi Pueblo se ha conectado con otras causas como la de San Andrés Isla donde se desarrolló la campaña ¡Píntela Pues! en la que se realizaron actividades de con 5 artistas los cuales concursaron por hacer una transformación social y cultural en la isla. En este proyecto se trataron temas como embarazos en adolescentes y la limpieza del mar con buzos de la Armada colombiana.
Su última acción fue en La Calera (Bogotá), donde pintaron alrededor de 220 casas en barrio La Plazuela, en estos dos proyectos se contó con el apoyo de la marca.
En Obra – Cultura en construcción
Con el fin de dejar una huella, En Obra trabaja para ayudar a los habitantes a contar sus historias y solucionarlas. En La Dorada – Caldas, se trabajó en conjunto con la marca para que, a través de equipos se le dictarán talleres de realización a la población, para que contaran su biografías y crónicas de sus territorios.
La tecnología como un puente
La viralización de los mensajes o el “voz a voz” es un buen ejemplo de cómo la tecnología funciona como un facilitador de comunicación entre comunidades, según cuenta Edwin, Mil Colores Para Mi Pueblo empezó con el fin solamente de pintar Vegalarga, pero la facilidad de relacionarse a través de conexiones tecnológicas hizo factible que otros territorios lo llamaran para ir a dar color allá, incluso, recibiendo llamadas desde Brasil y Ecuador.
“La tecnología nos ayuda a tener referentes”
Mil Colores Para Mi Pueblo resignifica el color para darle un sentido de pertenencia a comunidades en Colombia y con el poder de la tecnología busca ampliar su huella para llegar a muchas más personas y recuperar la dignidad que se merecen. “Que el arte sea la única arma para disparar la conciencia” – Edwin Rodriguez. Ahora que conoces este gran proyecto, te invitamos a compartirlo y contarnos en nuestras redes sociales qué fue lo que más te gustó.
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