La argentina Sharon Minkevich es instructora de yoga y propietaria de su propio instituto de yoga online. De vacaciones hace 13 años, Sharon se enamoró de las playas chilenas y decidió quedarse a vivir junto al mar. Aprendió a disfrutar y fluir con las olas, es lo que la llevó al yoga en primer lugar. 

Una vez que comenzó a practicar, sintió una conexión instantánea e intensa con el yoga. Tan intensa, que quiso compartirla con otras personas. Hoy en día, Sharon utiliza la tecnología para llevar sus clases virtuales a personas de todo el mundo. Con su smartphone, puede ayudar a las personas a conectarse consigo mismas, crear conciencia y vivir con una mente y un cuerpo flexibles. 

«Gracias a mi smartphone y la conectividad que tengo con él, puedo organizar mis clases y compartir mi mensaje, creando conciencia en personas de todo el mundo, compartiendo la energía de cada experiencia, tanto en persona como virtualmente, independientemente de las distancias o las diferencias», dijo Sharon cuando se le preguntó sobre cómo la tecnología la ha empoderado para lograr sus objetivos. 

Para Sharon, el mar la introdujo en una nueva pasión y carrera. Con el yoga, ella es capaz de hacer que otras personas sientan la misma conexión que ella tiene con el mar, darles esa libertad es algo verdaderamente único.